Órganos homólogos y análogos

Los órganos análogos son aquellos que realizan una misma función, pese a que tienen estructuras diferentes. Por ejemplo, las alas de una mosca y las alas de una paloma son órganos análogos.

Los órganos homólogos son aquellos que tienen la misma o parecida estructura interna, pese a que pueden estar adaptados a realizar funciones muy distintas. Así, por ejemplo, son órganos homólogos las alas de un ave y los brazos de un hombre.

A partir de los años 20 la homología comenzó a considerarse desde una perspectiva genética. En 1920 Alexander Weinstein acuñó el término genes homólogos para referirse a genes de especies distintas con expresiones fenotípicas similares. En 1934 Alan Boyden reivindicó la genética como herramienta para el reconocimiento de homologías, a las que consideró, por primera vez, como un "fenómeno genético".


Richard Owen fue el primero en hacer terminológicamente explícita esta diferencia: homólogo es "el mismo órgano en diferentes animales bajo todas sus variedades en forma y función";" análogo es una parte u órgano en un animal que tiene la misma función que otra parte u órgano en un animal diferente".

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